D espués de la tormenta siempre aparece un nuevo amanecer, con un sol radiante y esplendido. Eso digo yo y lo diré siempre. Eso me pasó a mi. Para los que me conocen y me vieron el año pasado, estuve extremadamente delgada, mis ganas de vivir habían desaparecido de un momento a otro. Para los que no me vieron y no me conocen; pues en efecto estuve desvalida emocionalmente. El año pasado me pasaron unas cosas entre buenas y malas. Me preguntaba entre solloza, cuando parara esta tormenta, cuando volveré a ser como antes, ¿cuándo, Dios, cuándo?. Pero siempre el Señor tiene algo bueno al final de todo. "Dios aprieta pero no ahorca". Se pasó el año en un pestañeo. Y con ello dejé muchas cosas atrás. Cosas que ya no podría volver a repetir ni por consideración, mucho menos por gusto ajeno. El día de hoy me encuentro mucho mejor que antes. Subí de peso, mi semblante se ve tan bien. Todos me miran y me dicen: "estás guapísima", "que gusto verte tan bien", "