E l es tu amigo o tal vez tu mejor amigo. Sientes mucho cariño por él, lo quieres mucho, no sabes lo mucho que significa para ti tenerlo cerca. Tal vez él no lo sepa, o quizás no le interese mucho tu discurso hacia él. Simplemente y llanamente hay atracción. Es esa atracción, donde ambos sonríen, donde uno sabe del otro, donde se cuentan sus cosas. Ambos saben lo que son y lo que tienen. Es esa mirada picara en la cual destella felicidad con aventura acompañada, es esa tocada de manos en que tu te sientes protegida, es ese abrazo caluroso y no haces más que suspirar y querer permanecer el resto de tus días emborrachada de ternura, son esos labios tentativos que te miran y no saben adonde ir, no saben adonde reposar, los vuelves a mirar y lo seduces, le juegas una mala pasada, tal vez una travesura del aire, la verdad es que mueres por desahogarte solo rozando sus labios, saber el sabor que llevan, beber el aliento del amor, y sigues ahí esperando que algo inesperado suceda. Hasta ...