H ace una semana atras estuve encantada de una isla maravillosa, llena de gente alegre, atenta, esperando algun llamado de atencion, esperando ser reconocido con las manos llenas de compasion, agradecimiento y libertad. La isla, es un lugar verdaderamente paradisiaco, tropical, extremadamente alegre. Todos sus habitantes lo son, la señorita de la recepcion, el hombre que atiende en el restaurant, la señora de limpieza, todos estan cantando a viva voz, sin verguenza ni perjuicios, es su manera de liberar las mil cosas que perciben y quieren transmitirlos en sonoros canticos. ¡Que tales personajes me encontré!. A decir verdad la isla esta rodeada de una ciudad antigua, de veredas a base de cemento y otras a base de piedra, caminar por aquellas callecitas sin duda te hace sentir de aquella epoca, los cocheros siguen vigentes y es como si nunca hubiese pasado el tiempo, y todo es tan magico con ese sol radiante que apunta, calcinando poco a poco la piel o tal vez los pies de los recien l...