L levo sentimiento de culpa, lo admito aunque cueste decirlo o mejor dicho escribirlo. Lo tengo bien resumido en la conciencia, a veces lo recuerdo, me río y me sonrojo, otras veces lo olvido y no lo recuerdo. Creo que más que un sentimiento de culpa es una confesión personal, me doy por confesada y que Dios me perdone por mis hechos y palabras fugaces que hasta ahora lo llevo clavado como espinas en la cabeza. Me encontraba en la casa de mis tías, -así lo recuerdo como si fuera ayer- ellas guardaban sus vasos y demás utensilios de mesa dentro de una refrigeradora antigua del cual ya no funcionaba y le perteneció a mi abuela. Pues una vez observé que ella tenía unas copas de tamaño pequeño al igual que las copas que tenía mi abuela en la casa. En mi pequeña inocencia, observé que una de mis tías va a sacar un vaso de la refrigeradora, observé en la parte plegable de la puerta unas copas idénticas a las de mi casa, presentí que tal vez fueran mí...