Y finalmente me decidí, después de tantas vueltas que le di a la idea, ahora la siento más cerca de mi. De hecho, me encuentro consciente de lo que quiero involucrarme y deseo que este gran sueño se haga una realidad, y esperanza para todos los involucrados. He tocado muchas puertas para encontrar un trabajo, hasta que logré entrar a uno, y por cuestiones del destino, decidí cederlo a alguien quien verdaderamente lo quiera. Por mi parte fue una meditación, pero a la vez una alegría profunda, de haber pasado examenes rigurosos, de los cuales fui elegida como líder, eso me trajo alegría, (ya que pensaba que mis conocimientos eran escasos, o mejor dicho me hicieron pensar eso), soy muy inteligente me dije, y no estoy equivocada, se que puedo y puedo hacer grandiosas cosas y mejoras en esta vida, es lo que quiero. No quiero dejar nada, de hecho me quiero involucrar aquí y allá. Se que puedo con la mano de Dios. El año pasado me fui a leer las cartas, a pedido de mi mamá, (pues yo no ...