E lla tiene veinticuatro años de edad, vive enamorada de la música y el baile. Le gusta llevar pantalones sueltos, polo pegados a su cuerpo, zapatillas o tal vez sandalias para caminar. Siempre va al parque, aquel parque que parece un bosque, lo mágico de todo esto, es el canal de agua que pasa por allí, le hace ser mas generoso ante tanto verdor. Ella siempre va allí, se saca las sandalias, se sienta, pone sus pies en el agua y se deja llevar. Observa como el agua juega con sus pies, los limpia y le llena de vida, la transparencia le hace sentirse divina, admirada y querida. Ve como la corriente avanza y lleva consigo hojas secas caídas de algún árbol. Se levanta, camina descalza, los rayos de sol traspasa sus frágiles pestañas. Sonríe. Decide correr, respirar, saltar de un pie, saltar con el otro. Sostenerse de puntillas y dar un giro, camina, se sobre para, se pone las sandalias. De regreso a casa. El...