Desde el día en que nacemos tenemos un propósito en esta vida. Una misión que cumplir. Metas y objetivos hacia donde queremos ir y que queremos ser. De todas estas cosas se suman los logros y éxitos, los triunfos y gozos de uno mismo que son celebrados por otros.
Hay muchos de nosotros que nos preguntamos ¿qué es lo que queremos ser y hacer?, ¿hemos nacido para ser qué?. Hay muchas personas que encuentran su misión de vida y hay otras que no o sencillamente tratan de buscar y no encuentran.
Pues de muy niños todos queremos ser médicos para curar a las personas. Hay muchos de nosotros que cumplen su palabra de muy niño y ya joven logra estudiar medicina.
Como hay otros que cuando ya llegan a la juventud se dan cuenta que quieren ser ingenieros, economistas, chefs, abogados, artistas, u otras profesiones.
Y hay de otros que no se deciden cual es su verdadera vocación escogiendo una carrera y cambiándola por otra para su buena fortuna teniendo éxito en la vida.
Y de otros desconfiados de si mismo que van probando de carrera en carrera para ver si realmente les gusta o no. -no teniendo una dirección fija de su vida-
Y de otros que no saben ni para que nacieron, ni el por qué están acá. -perdiendo el timón de su vida-
Todos de nosotros tenemos un don, una misión que cumplir en nuestra vida. Y hay de quienes sacan provecho de eso porque ya encontraron su respuesta personal. ¿Y de los que no saben?, a seguir buscando.
Como hijos que somos queremos seguir los pasos de nuestros padres, ya sea en la profesión o en un negocio. O en lo contrario de los casos ser mejor que ellos, por un motivo de educación, cultura y amor propio.
Pero como esencia de vida, hay muchos de nosotros que se propone ser lo que quiere ser, a pesar de todas las dificultades o de las muchas cosas que pueda tener uno mismo. Es feliz siendo y haciendo lo que sabe hacer.
Sin embargo hay muchos de nosotros que tienen los sueños frustrados porque sus padres les escogen el futuro creyendo que le es conveniente.
Y otros padres que entienden que el hijo decide ser lo que quiere hacer en realidad. Como hay hijos que dejan sus sueños a medias por dedicarse enteramente al negocio de los padres por un hecho de sentirse comprometido con ellos, más no con sus propias aspiraciones.
Y hay otros hijos que a pesar del negocio de los padres, colaboran ayudándolos pero estudian una carrera muy distinta a lo del negocio. Y es que logran sus propósitos sin frustraciones.
A todo esto me pregunto.(para los que aun no tienen o creen tener una visión clara de su vida), ¿verdaderamente te gusta lo que haces? , o ¿aun sigues en la búsqueda?. o es que ¿aun no sabes si es esa la misión en tu vida?.
Por una cosa del destino. Nos cegamos en algo que creemos que nos gusta pero no tenemos la vocación. (Ojo son dos cosas distintas), y cuando atinamos en otra profesión equis. Con el tiempo nos damos cuenta que verdaderamente hemos nacido para ser eso. No solamente nos gusta sino que también nos nace.
Aparte de nuestra profesión, tenemos dones, misiones o un talento especial. Hay muchos de nosotros que explotan sus dones, otros que se dedican de entero a su profesión y otros que saben conjugar la profesión y la misión de vida. Este ultimo hace una buena mezcla de esencia del ser humano como hombre y virtud. (fotógrafos, pintores, escritores, poetas, compositores, cantantes, saber escuchar, dar buenos consejos, voluntarios, filántropos, deportistas, etc).
Abrete completamente y preguntate ¿qué es lo sabes hacer y qué es lo quieres hacer?, ¿hacía dónde quieres ir y cómo ir?. Ponte a prueba y demuestrate que si puedes. Demuestrate que lo que haces es para ti y no por los halagos o críticas de los demás.
La confianza y la seguridad es la clave del éxito. La fe mueve montañas.
Lo que son y tienen nuestros padres es porque ellos mismos lo escogieron y decidieron con esfuerzo y dedicación. Cada uno debe de tomar su propio camino, tener su propia esencia de vida. Tomando como ejemplo y motivación de nuestros padres, y poder así dar ejemplo a nuestras futuras generaciones.
Ser lo que quieres ser está en ti más no en los demás.
Hay muchos de nosotros que nos preguntamos ¿qué es lo que queremos ser y hacer?, ¿hemos nacido para ser qué?. Hay muchas personas que encuentran su misión de vida y hay otras que no o sencillamente tratan de buscar y no encuentran.
Pues de muy niños todos queremos ser médicos para curar a las personas. Hay muchos de nosotros que cumplen su palabra de muy niño y ya joven logra estudiar medicina.
Como hay otros que cuando ya llegan a la juventud se dan cuenta que quieren ser ingenieros, economistas, chefs, abogados, artistas, u otras profesiones.
Y hay de otros que no se deciden cual es su verdadera vocación escogiendo una carrera y cambiándola por otra para su buena fortuna teniendo éxito en la vida.
Y de otros desconfiados de si mismo que van probando de carrera en carrera para ver si realmente les gusta o no. -no teniendo una dirección fija de su vida-
Y de otros que no saben ni para que nacieron, ni el por qué están acá. -perdiendo el timón de su vida-
Todos de nosotros tenemos un don, una misión que cumplir en nuestra vida. Y hay de quienes sacan provecho de eso porque ya encontraron su respuesta personal. ¿Y de los que no saben?, a seguir buscando.
Como hijos que somos queremos seguir los pasos de nuestros padres, ya sea en la profesión o en un negocio. O en lo contrario de los casos ser mejor que ellos, por un motivo de educación, cultura y amor propio.
Pero como esencia de vida, hay muchos de nosotros que se propone ser lo que quiere ser, a pesar de todas las dificultades o de las muchas cosas que pueda tener uno mismo. Es feliz siendo y haciendo lo que sabe hacer.
Sin embargo hay muchos de nosotros que tienen los sueños frustrados porque sus padres les escogen el futuro creyendo que le es conveniente.
Y otros padres que entienden que el hijo decide ser lo que quiere hacer en realidad. Como hay hijos que dejan sus sueños a medias por dedicarse enteramente al negocio de los padres por un hecho de sentirse comprometido con ellos, más no con sus propias aspiraciones.
Y hay otros hijos que a pesar del negocio de los padres, colaboran ayudándolos pero estudian una carrera muy distinta a lo del negocio. Y es que logran sus propósitos sin frustraciones.
A todo esto me pregunto.(para los que aun no tienen o creen tener una visión clara de su vida), ¿verdaderamente te gusta lo que haces? , o ¿aun sigues en la búsqueda?. o es que ¿aun no sabes si es esa la misión en tu vida?.
Por una cosa del destino. Nos cegamos en algo que creemos que nos gusta pero no tenemos la vocación. (Ojo son dos cosas distintas), y cuando atinamos en otra profesión equis. Con el tiempo nos damos cuenta que verdaderamente hemos nacido para ser eso. No solamente nos gusta sino que también nos nace.
Aparte de nuestra profesión, tenemos dones, misiones o un talento especial. Hay muchos de nosotros que explotan sus dones, otros que se dedican de entero a su profesión y otros que saben conjugar la profesión y la misión de vida. Este ultimo hace una buena mezcla de esencia del ser humano como hombre y virtud. (fotógrafos, pintores, escritores, poetas, compositores, cantantes, saber escuchar, dar buenos consejos, voluntarios, filántropos, deportistas, etc).
Abrete completamente y preguntate ¿qué es lo sabes hacer y qué es lo quieres hacer?, ¿hacía dónde quieres ir y cómo ir?. Ponte a prueba y demuestrate que si puedes. Demuestrate que lo que haces es para ti y no por los halagos o críticas de los demás.
La confianza y la seguridad es la clave del éxito. La fe mueve montañas.
Lo que son y tienen nuestros padres es porque ellos mismos lo escogieron y decidieron con esfuerzo y dedicación. Cada uno debe de tomar su propio camino, tener su propia esencia de vida. Tomando como ejemplo y motivación de nuestros padres, y poder así dar ejemplo a nuestras futuras generaciones.
Ser lo que quieres ser está en ti más no en los demás.
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