Terminamos el colegio y nos juramos volvernos a reencontrar, a llamarnos, visitarnos y no distanciarnos. Llevamos ese pacto de amistad, de grupo, de los mejores amigos o amigas para siempre.
Aun se tiene presente los recuerdos, anécdotas, y un sinfines de cosas que disfrutaron juntos.
A pesar de todo nos comunicamos, nos visitamos, salimos. Pero no es suficiente, no es suficiente mantener una amistad de años y en que en algún momento de nuestras vidas nos tengamos que separar y con ello a dejar de compartir cosas juntos.
- Terminé el colegio, algunas amigas se quedaron a estudiar en Ica y otras se iban a Lima. Las que se iban a Lima eran mis amigas de mi grupo. A pesar de la distancia hacíamos de todo para vernos. Ellas siempre venían por sus familias. Teníamos reencuentros de promoción cada año. Esto duro los próximos cinco años de fiel reencuentro. Hasta que sus familias se mudaron para allá. Se acabaron los reencuentros de promoción. Sólo nos vemos por la calle o acordamos en cualquier momento salir. No todas pueden salir ese mismo día. Ya nada es como antes. El lazo amical se encuentra distanciado, pero el cariño sigue vigente.
Estando en la universidad, cada quien de nosotros conoce nuevos amigos, nace un nuevo grupo. Se enamora, se distancia. Se distancia de aquellos amigos o amigas con quien iniciaste el colegio, con quien prometiste llamarlo y ubicarlo si es posible hasta el fin del mundo. Y ya nada es como es antes. Porque ese viejo amigo no sabe las aventuras de las cuales tu estas pasando actualmente y viceversa.
- En los tres primeros años de universidad, era relajado. Las clases, los profesores, los amigos, el grupo, las reuniones, las fiestas, los cumpleaños, estudiar en casa de un amigo, las risas, el verano y vienen consigo las anécdotas.
A pesar de todo me daba tiempo para visitar a mis amigas las que estaban y están por Lima. Teníamos esos reencuentros del cual no se podían desperdiciar ningún minuto en ponernos al día. (hay ciertas cosas que no se cuentan por la sencilla razón que no lo ha vivido a tu lado).
Con mi nuevo grupo de universidad de alguna manera se hace ese pacto de amistad de visitarnos y frecuentarnos, salir, porque ya somos jóvenes adultos y colegas.
En los dos últimos años de universidad. Las cosas se tensifican un poco. La mayoría ya esta haciendo prácticas o trabajando. Ya no hay mucho tiempo como antes para salir. Por ahí alguien salió embarazada y es de nuestro grupo. Ya las cosas no serán como antes. Una menos del clan. Porque ya tiene una prioridad y es su bebé. A pesar de todo somos amigos pero hay ciertas cosas que se pierden como grupo.
Hasta que finalmente egresas de la universidad y cada quien hace su vida. Se casan. Tienen hijos. Es la ley de la vida. El grupo con quien iniciaste desaparece. Aunque hay de esos momentos en que se llaman, se visitan, sin importar el lugar, sólo saber de esa persona y nada más, pero no es a diario. Con el tiempo se van olvidando y alejando.
Estando en nuestro centro de laborales conocemos nuevas personas. Pasan hacer nuevos compañeros y amigos. No solo trabajamos y compartimos la misma área sino que también salimos a comer, al cine, al cumpleaños de un amigo, a las fiestas de la empresa, y un sinfín de cosas. Siempre hay un amigo o un grupo con quien mas frecuentas y sales a divertirte. Te sientes mas maduro y desarrollado profesionalmente, hace que aspires a otro nivel social. Tus viejos amigos van quedando atrás. En el olvido.
Se termina tu ciclo laboral en la empresa o entidad. Y todo inicia de cero. El trabajo, el área, los amigos, etc.
- Cuando inicié las prácticas y el trabajo, conocí nuevas personas. Hice nuevos amigos (los pocos que eramos), terminé mi ciclo de labores en una empresa y entré a otra. Mis amigas y amigos del estudio contable donde inicié mis prácticas, aun mantenemos el contacto. Por msn, o alguna página social. Si bien es cierto no nos vemos físicamente. Pero cada vez que las visito todo empieza hacer como cuando inicié las prácticas. (No han cambiado nada). Con mis otros amigos y colegas es muy raro verlos. Por motivo de trabajo y residencia. Ya nada es lo mismo como cuando nos conocimos compartiendo el mismo área de trabajo.
Conocemos a nuevas personas. A gente que no tiene nada que ver con el colegio, universidad, ni trabajo. Nos los presentan nuestros amigos, quienes puedan tener una misma profesión o diferente. Recién lo conocemos y ya mantenemos una buena amistad. Se vuelve parte de nuestro nuevo circulo de amigos y uno más a la lista de contactos. Por cosas de la vida. Estos nuevos amigos deciden emprender un viaje por trabajo. O simplemente residen en otra ciudad. A pesar que nos agrada esa persona, nuestra amistad se encuentra alejada por una cuestión de trabajo o estudios. Sólo queda esperar a que vayamos o regrese.
- En el transcurso de mi camino, he conocido a muchas personas que se han vuelto mis amigos favoritos. Hemos compartido buenos momentos juntos. Y a pesar del poco o ya mucho tiempo que llevo conociendolos me parecen unas personas grandiosas. El cariño se lo ganan facilmente. Nuevamente la distancia nos separa. Por el trabajo o los estudios residen afuera. No es que me adueñe de ellos, sino que hay un límite de frecuentarnos. Nuevamente la distancia nos vuelve a separar.
Amigos van, amigos vienen. La lejanía hace que bien nos distanciamos del todo hasta de la comunicación. Como no. Como también hay de esos amigos que a pesar de la distancia hacen de todo por verse y reencontrarse. Como hay grupos de colegio o universidad que aun siguen vigente. Como también desaparecen o simplemente se separan por cualquier razón o circunstancia. Ya nada es como antes.
La distancia puede significar proximidad o lejanía. Que tan cerca o lejos estamos de esa persona, que tan afectivo pueda ser. A pesar de la distancia, valoremos el significado de mantener una buena amistad, con una buena comunicación, con un detalle amical. Recordando que siempre estaremos ahí para ellos en cuanto nos necesiten. Que la distancia no nos separe, una vez más, porque aun los llevo en mi corazón.
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