Muchas de nosotras soñamos con ese ser amado, con ese hombre que nos haga feliz, que nos haga sentir viva colmándonos de amor y dulzura. Ese hombre del cual buscamos, no aparece. Ese príncipe azul no llega, ni llegará. Es la verdad. Es la realidad. No existe el hombre perfecto. Somos humanos y tenemos errores tanto físicos como personales.
Decimos: "quiero a un buen hombre, que sólo me ame y nada mas". Luego volvemos a decir: "Que tengamos ese algo en común". Que sea así y asa. Que tenga esto y el otro. Y finalmente sacamos un papiro de checks para ir marcando esas cosas primordiales que tengan los futuros candidatos.
Ese es el por qué de las mujeres solteras que buscan y no encuentran. Luego se resignan diciendo: "El que venga, soy una buena pobre".
Muchas de nosotras recurrimos a este santo llamado San Antonio de Padua, conocido como el santo de lo difícil o de las cosas perdidas. Pero más lo relacionan con la búsqueda de una pareja.¿Qué será?, verdad, mentira.
Hasta existen cábalas y rituales donde escribes un papel tu petición o el nombre del muchacho a quien quieres ligar y lo colocas en los pies de San Antonio, al lado de una vela roja. Al cabo de unos días ese muchacho te llama o te busca.
Sea lo que sea, estamos en la búsqueda desesperada de la llegada de ese buen hombre. Tanto es el deseo que así no lo conocieramos físicamente aun, nos bastaría saber su nombre para poder estar seguras que es él y así darle paso completamente a nuestro corazón.
!Ay mujeres¡, por más que digan no estoy desesperada, ya llegará. Es falso porque aun miran alrededor viendo a sus amigas u otras chicas con sus parejas. Sienten su soledad, sienten que quieren dar cariño y afecto pero no saben a quien. O por lo menos recibir o sentir ese amor en pareja.
Muchas mujeres tienen temporadas largas sin estar con nadie. Sencillamente porque no encuentran y ya se cansaron de buscar, ya que no hay nadie quien cubra esos agujeros internos que lleva en lo más profundo de su corazón. O simplemente se alejan del amor para no lastimarse y no crear falsas esperanzas, pero muy en el fondo desean estar con ese alguien imaginario. Con ese alguien quien la haga sentir nuevamente viva, lo busca y busca, y no lo encuentra, porque ya se mentalizó y no puede sacar ese molde de hombre de su cabeza.
Esa búsqueda imaginaria o con listas y checks tergiversan -cerrar o abrir- la mente. Ya no están buscando sino probando. Querer sentir emociones nuevas, besando o abrazando a alguien, no importa su duración si es escasa o larga. Simplemente es querer no sentirse sola en ese instante, lo tome como jugando, diversión, ilusión, enamorando, etc.
El amor se pierde y queda la necesidad y la ansiedad de estar con ese alguien sin importar el nivel social o la raza. El temor interno a no quedarse sola, sale a la luz disfrazándose de mil formas para no dejar a notar su soledad y ansiedad, suelen decir: "Me encuentro bien sola que mal acompañada", "No tolero a los hombres", "ya me cansé de buscar", "estoy decepcionada", etc...
Si San Antonio se encarga de unir matrimonios y encontrar una pareja. Pues que empiece por nosotras, que nos inunde de amor, darnos así mismas cariño, afecto. Esperar mucho más de nosotras para luego dar afecto a los demás y que ese buen hombre que anhelamos nos busque y salga a nuestro encuentro.
En caso que nos quedemos solas pues ese es nuestro destino y habrá que aceptarlo. Total tenemos a San Antonio quizás nos cumpla ese milagro de tener esa pareja anhelada. Habrá que pedirle ¿no?.
Decimos: "quiero a un buen hombre, que sólo me ame y nada mas". Luego volvemos a decir: "Que tengamos ese algo en común". Que sea así y asa. Que tenga esto y el otro. Y finalmente sacamos un papiro de checks para ir marcando esas cosas primordiales que tengan los futuros candidatos.
Ese es el por qué de las mujeres solteras que buscan y no encuentran. Luego se resignan diciendo: "El que venga, soy una buena pobre".
Muchas de nosotras recurrimos a este santo llamado San Antonio de Padua, conocido como el santo de lo difícil o de las cosas perdidas. Pero más lo relacionan con la búsqueda de una pareja.¿Qué será?, verdad, mentira.
Hasta existen cábalas y rituales donde escribes un papel tu petición o el nombre del muchacho a quien quieres ligar y lo colocas en los pies de San Antonio, al lado de una vela roja. Al cabo de unos días ese muchacho te llama o te busca.
Sea lo que sea, estamos en la búsqueda desesperada de la llegada de ese buen hombre. Tanto es el deseo que así no lo conocieramos físicamente aun, nos bastaría saber su nombre para poder estar seguras que es él y así darle paso completamente a nuestro corazón.
!Ay mujeres¡, por más que digan no estoy desesperada, ya llegará. Es falso porque aun miran alrededor viendo a sus amigas u otras chicas con sus parejas. Sienten su soledad, sienten que quieren dar cariño y afecto pero no saben a quien. O por lo menos recibir o sentir ese amor en pareja.
Muchas mujeres tienen temporadas largas sin estar con nadie. Sencillamente porque no encuentran y ya se cansaron de buscar, ya que no hay nadie quien cubra esos agujeros internos que lleva en lo más profundo de su corazón. O simplemente se alejan del amor para no lastimarse y no crear falsas esperanzas, pero muy en el fondo desean estar con ese alguien imaginario. Con ese alguien quien la haga sentir nuevamente viva, lo busca y busca, y no lo encuentra, porque ya se mentalizó y no puede sacar ese molde de hombre de su cabeza.
Esa búsqueda imaginaria o con listas y checks tergiversan -cerrar o abrir- la mente. Ya no están buscando sino probando. Querer sentir emociones nuevas, besando o abrazando a alguien, no importa su duración si es escasa o larga. Simplemente es querer no sentirse sola en ese instante, lo tome como jugando, diversión, ilusión, enamorando, etc.
El amor se pierde y queda la necesidad y la ansiedad de estar con ese alguien sin importar el nivel social o la raza. El temor interno a no quedarse sola, sale a la luz disfrazándose de mil formas para no dejar a notar su soledad y ansiedad, suelen decir: "Me encuentro bien sola que mal acompañada", "No tolero a los hombres", "ya me cansé de buscar", "estoy decepcionada", etc...
Si San Antonio se encarga de unir matrimonios y encontrar una pareja. Pues que empiece por nosotras, que nos inunde de amor, darnos así mismas cariño, afecto. Esperar mucho más de nosotras para luego dar afecto a los demás y que ese buen hombre que anhelamos nos busque y salga a nuestro encuentro.
En caso que nos quedemos solas pues ese es nuestro destino y habrá que aceptarlo. Total tenemos a San Antonio quizás nos cumpla ese milagro de tener esa pareja anhelada. Habrá que pedirle ¿no?.
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