A veces no tenemos, ni entendemos la remota idea del por qué se nos van las ganas. Aquellas ganas de hacer mejor las cosas, o aquellas cosas que anduvimos haciendo no hace mucho, y de un momento a otro se nos van las ganas.
Nadie entiende la razón exacta del por qué, pero detrás de ese por que hay razones obvias. Ante nuestra vista, muchos de nosotros lo pasa por alto y como también son pocos los que si saben reconocer. El por qué se le fueron las ganas. El por qué de las cosas.
Ejemplo:
- Muchas de las chicas, cada vez que termina o pelea con el enamorado, dejan de hacer lo que estaban haciendo. No hacen mas que pensar en la situación. Sus sentimientos son más fuerte que la razón. Se olvidaron de lo que tenían que hacer; (estudios, trabajo, comer, etc), les cambió la cara. Pero algo real es que dejan de comer, o comen de más, se atragantan para contrarrestar sus culpas. En realidad lo único que se hacen es autoculparse aun más. ¿Y las que dejan de comer?, simplemente se le fueron las ganas de avanzar.
- Muchos de nosotros cuando encontramos un nuevo trabajo. Al inicio festejamos con alegría, luego viene el cambio de cara. Pensaste que tus funciones serian simples, pero resulta que ahora es más difícil o se te es una carga pesada que no merece que tu cargues con todo ese peso. No se merece que el sueldo que percibas signifique todo. Como no merece, que no haya motivación en equipo. No esta bien. Se te van ganas. Sí, se te van ganas de hacer mejor las cosas. Se te van las ganas de trabajar y ¿para qué?, si no te pagan bien. Entonces qué, para que trabajo te preguntas. Si gano poco y hago más. Mejor no hago nada que ni ganas tengo.
- Queremos recibir una palabra de aliento, motivación, una esperanza a través de nuestros padres o amigos. Pero llega alguien y te hace absurdas comparaciones, o simplemente te dice un sinfín de cosas que lo único que hace es quitarte la ilusión. Toda esa alegría o la tranquilidad que llevabas por dentro se va. Se esfuma. Atrás quedó aquella voz de esperanza y ya no quieres nada. Tus ideas y sueños se hicieron trizas. La realidad es otra piensas, una frustración interna empieza a hacerse notar en tu mal humor o en tu tristeza. ¡Que ganas de empezar el día tienes!.
Un sinfín de situaciones emocionales. Todo gira en torno a los sentimientos. Aquellos sentimientos descontrolados, que no sabemos controlarlos o manejarlos y seguir con nuestras vidas.
Hoy nos dicen algo hiriente y en fracciones de segundos ya estamos estresados, desorientados, enojados, eufóricos, etc.
Pocos de nosotros saben que les pasa consigo mismo, saben el por qué de esa actitud, ese cambio de cara. De alguna manera u otra tratan de controlar y contrarrestrar su euforia interna.
Muchos de nosotros no saben que les pasa consigo mismo, no saben el por qué de ese cambio. Si estuve bien y ahora ya no tengo ganas. Tengo flojera. Me estresé. Algo pasa, y no lo sabes.
En realidad todo tiene un por qué. Sino que nadie hace un balance del día a día. Son pocos los que saben canalizar, son muchos los que saben descargar en otros. Son muchos los que se atragantan en sus propias lágrimas y no lo dejan fluir. Nadie sabe que algo serio te pasa. Tu no sabes que a partir de ese momento se te fueron las ganas.
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