Viviendo sola. Desde muy pequeña he conocido la soledad. He conocido lo que es estar cerca de la muerte y de la vida. No es porque me haya querido suicidar pero cuando tenía cuatro años quería saltar de mi balcón porque lo veía cerca al suelo. Subía y bajaba para calcular si realmente podía saltar sin lastimarme pero una vocesita mía que la llevo hasta ahora conmigo me dijo: "No, no lo hagas". Y no lo hice. Tal vez no estuviera aquí para contarlo. Siento que aun me falta vivir demasiado. Pero reconozco que la vida me ha enseñado cosas buenas y malas para saber de ellas.
Cuando era muy chica, todos en la casa se iban a trabajar o estudiar. Recuerdo que la mayoría de veces me dejaban a mi suerte. Me dejaban con el televisor prendido y si llegaba la noche prendiera la luz. Ya lo sabía de memoria. No abrir la puerta ni mucho menos contestar el teléfono, como también no meter los dedos al interruptor. Me prepararon muy precoz y así crecí y así me formé. Y esa soy yo.
A los diez años me dieron el manojo de llaves. Porque siempre que llegaba a la casa nadie me abría la puerta o se demoraban mucho en recibirme. Así que por esa razón me hicieron copia de las llaves.
Con el paso de los años, iba a entrenar natación sola. Nunca me importó quedarme por causa de no estar acompañada. Cosa que aun conservo esa naturaleza mía. Ir sola así nadie quisiera ir. Ya me acostumbré. ----Eso no significa que no tenga amigos, tengo muchos amigos, me divierto saliendo con ellos. Pero a veces pasa que uno que otro no quiere ir adonde tu quisieras ir realmente. Entonces es ahí donde decido ir sola porque no quiero quedarme con las ganas por causa de alguien quien no puede-
La casa poco a poco se fue quedando mas sola. Yo me quedé a cargo de ella. Limpiaba, cocinaba y estudiaba. Invitaba a algunas amigas a almorzar. No es nada fácil hacer tres cosas al mismo tiempo. Es una responsabilidad. Una vez mas digo que la vida y las etapas de mi vida me han llevado a una enseñanza.
Con el tiempo empecé a viajar sola. Aventurarme por ahí. A conocer nuevas personas, nuevos lugares y rescatar cosas nuevas.
Terminé la universidad, empecé a trabajar. Deje la rutina de la casa. La casa se hizo mas al olvido. Yo salí de ella. Me aventuré una vez más a descubrir mas allá del lugar de donde estaba.
No es que no le tema al peligro. Pero es una cuestión de superación y de riesgos. En todo lugar está lo bueno y lo malo. De eso se trata de descubrir por uno mismo hacia donde ir.
Vivo sola, en una ciudad que no es mi lugar de nacimiento. Se las cosas que puedo consumir y las que no. Se por donde ir y por donde no. Tal vez sea esa vocecita mía la quien me aconseja, me acompaña y me dice adonde ir y adonde no. Y presiento que la vida me llevará por tantos pasajes, que vivir sola es más que una costumbre, un amor personal. Mi propia naturaleza.
Cuando era muy chica, todos en la casa se iban a trabajar o estudiar. Recuerdo que la mayoría de veces me dejaban a mi suerte. Me dejaban con el televisor prendido y si llegaba la noche prendiera la luz. Ya lo sabía de memoria. No abrir la puerta ni mucho menos contestar el teléfono, como también no meter los dedos al interruptor. Me prepararon muy precoz y así crecí y así me formé. Y esa soy yo.
A los diez años me dieron el manojo de llaves. Porque siempre que llegaba a la casa nadie me abría la puerta o se demoraban mucho en recibirme. Así que por esa razón me hicieron copia de las llaves.
Con el paso de los años, iba a entrenar natación sola. Nunca me importó quedarme por causa de no estar acompañada. Cosa que aun conservo esa naturaleza mía. Ir sola así nadie quisiera ir. Ya me acostumbré. ----Eso no significa que no tenga amigos, tengo muchos amigos, me divierto saliendo con ellos. Pero a veces pasa que uno que otro no quiere ir adonde tu quisieras ir realmente. Entonces es ahí donde decido ir sola porque no quiero quedarme con las ganas por causa de alguien quien no puede-
La casa poco a poco se fue quedando mas sola. Yo me quedé a cargo de ella. Limpiaba, cocinaba y estudiaba. Invitaba a algunas amigas a almorzar. No es nada fácil hacer tres cosas al mismo tiempo. Es una responsabilidad. Una vez mas digo que la vida y las etapas de mi vida me han llevado a una enseñanza.
Con el tiempo empecé a viajar sola. Aventurarme por ahí. A conocer nuevas personas, nuevos lugares y rescatar cosas nuevas.
Terminé la universidad, empecé a trabajar. Deje la rutina de la casa. La casa se hizo mas al olvido. Yo salí de ella. Me aventuré una vez más a descubrir mas allá del lugar de donde estaba.
No es que no le tema al peligro. Pero es una cuestión de superación y de riesgos. En todo lugar está lo bueno y lo malo. De eso se trata de descubrir por uno mismo hacia donde ir.
Vivo sola, en una ciudad que no es mi lugar de nacimiento. Se las cosas que puedo consumir y las que no. Se por donde ir y por donde no. Tal vez sea esa vocecita mía la quien me aconseja, me acompaña y me dice adonde ir y adonde no. Y presiento que la vida me llevará por tantos pasajes, que vivir sola es más que una costumbre, un amor personal. Mi propia naturaleza.
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