Alguien por ahí me dijo: "aventurera", respondí con la sonrisa. Me quedé pensando, en verdad ¿soy aventurera?, repasé momentos ya vividos. Exacto. Soy aventurera.
Cuantos viajes, cuantas cosas, cuantas caídas y tantas levantadas. Cuantos riesgos y cuantas ganancias he tenido. Me gusta aventurarme por la vida, porque esa soy yo. Me conecto con la natureleza y el propio destino. Tengo un vinculo muy cercano y eso me hace ser neutral y con mirada desinteresada de lo que me digan o me pregunten los demás.
Sigo repitiendo pero es lo que tengo que recordar, desde mis inicios. Desde muy chiquitita y meses de nacida, viajaba mucho con mis abuelos. A todas partes. Tal vez ese seria mi destino y en ese momento no lo supe. Pero siento que estoy destinada para eso. Para viajar y conocer nuevos lugares. A su vez entablar amistad y tal vez un romance. Es parte de mi vida. No lo busco. Solo llega. Y dejo que suceda porque por estos tiempos la madurez me alcanzó y suelo decir -Lo que venga, deja que fluya en todo su esplendor, siempre y cuando creas que es conveniente-. Me gusta saber hay pocas pero muy pocas personas a tu alrededor en la que puedes confiar, en la que puedes encontrar un guia espiritual. Me alegra. Porque ellos y gracias a esas personas hacen que mis sentidos se conecten aun mas y deje fluir del todo mis sensaciones.
Del resto de la gente no me interesa. El resto de la gente la considero como en termino de duda.
Siempre me ha gustado explorar nuevos terrenos, en los juegos de la infancia sobre todo. Soy un alma soñadora y soñadora moriré, pero lo que me hace ser especial es que no vivo de mis sueños, los hago realidad. Soy de la idea de ir por tus sueños y plasmarlos en el hacer.
He conocido algunos lugares, no muchos. Porque conozco a gente que conoce el mundo entero y no me puedo considerar ni comparar a los demás. Pero si conozco lo que he tenido que conocer en mi debido momento. En cada lugar que viajaba encontraba algo bonito, cada ciudad es distinta a las demás. Y entendí que para mí personalmente la paz se encuentra en un lugar totalmente despejado. Un pueblo chico sin muchas cosas, sin tecnología sin nada. Es vivir plenamente conectada con la natureleza y con Dios. Eso es vida. Caminar sola o con amigos, pensando y meditando de tu vida. Repasando lo mucho que has obtenido y has avanzado en todo este tiempo y que te falta. Eso es vida. Es tener relación directa con tu alma.
Me aventuro, así me digan lo que me digan. Esa soy yo y nadie me cambia. No escucho a los demás, solo escucho a mi conciencia y a los gritos de mi alma que me guían y yo sucumbo ante ello.
Me aventuro en conocer nuevas personas, invierto, me arriesgo en esa persona. Y qué si se va, aposté por esa persona pero no puedo luchar contra la marea tampoco. Sólo es disfrutar del momento, y sólo quedará en el agradable recuerdo de tu vida. Siempre y cuando sea bueno.
Compro diversos recuerdos y los llevo impregnado algunos en el corazón, otros en el paladar, otros en el oxigeno y la gran mayoría en mi cabeza.
Hace poco se me vino una idea a la cabeza de viajar a tal ciudad, de ir en su búsqueda pero también de vivir fuera del estrés en el que vivo. No solo era por mí, sino por él. Escuché muchos consejos del resto. Y todos dijeron: "no vayas". Entonces me dije: -por qué no ir, si quiero desestresarme, sólo de salir de la ciudad ya tienes otros aires de energía-. Entonces sin dudar, me arriesgué y compré el pasaje de ida y vuelta que llevará hasta esa ciudad. No se si a verte, si en caso se da y a la vez a encontrarme nuevamente con mi paz interior. Septiembre un mes más de mis arriesgadas, intuitivas y románticas aventuras. Mi felicidad.
Cuantos viajes, cuantas cosas, cuantas caídas y tantas levantadas. Cuantos riesgos y cuantas ganancias he tenido. Me gusta aventurarme por la vida, porque esa soy yo. Me conecto con la natureleza y el propio destino. Tengo un vinculo muy cercano y eso me hace ser neutral y con mirada desinteresada de lo que me digan o me pregunten los demás.
Sigo repitiendo pero es lo que tengo que recordar, desde mis inicios. Desde muy chiquitita y meses de nacida, viajaba mucho con mis abuelos. A todas partes. Tal vez ese seria mi destino y en ese momento no lo supe. Pero siento que estoy destinada para eso. Para viajar y conocer nuevos lugares. A su vez entablar amistad y tal vez un romance. Es parte de mi vida. No lo busco. Solo llega. Y dejo que suceda porque por estos tiempos la madurez me alcanzó y suelo decir -Lo que venga, deja que fluya en todo su esplendor, siempre y cuando creas que es conveniente-. Me gusta saber hay pocas pero muy pocas personas a tu alrededor en la que puedes confiar, en la que puedes encontrar un guia espiritual. Me alegra. Porque ellos y gracias a esas personas hacen que mis sentidos se conecten aun mas y deje fluir del todo mis sensaciones.
Del resto de la gente no me interesa. El resto de la gente la considero como en termino de duda.
Siempre me ha gustado explorar nuevos terrenos, en los juegos de la infancia sobre todo. Soy un alma soñadora y soñadora moriré, pero lo que me hace ser especial es que no vivo de mis sueños, los hago realidad. Soy de la idea de ir por tus sueños y plasmarlos en el hacer.
He conocido algunos lugares, no muchos. Porque conozco a gente que conoce el mundo entero y no me puedo considerar ni comparar a los demás. Pero si conozco lo que he tenido que conocer en mi debido momento. En cada lugar que viajaba encontraba algo bonito, cada ciudad es distinta a las demás. Y entendí que para mí personalmente la paz se encuentra en un lugar totalmente despejado. Un pueblo chico sin muchas cosas, sin tecnología sin nada. Es vivir plenamente conectada con la natureleza y con Dios. Eso es vida. Caminar sola o con amigos, pensando y meditando de tu vida. Repasando lo mucho que has obtenido y has avanzado en todo este tiempo y que te falta. Eso es vida. Es tener relación directa con tu alma.
Me aventuro, así me digan lo que me digan. Esa soy yo y nadie me cambia. No escucho a los demás, solo escucho a mi conciencia y a los gritos de mi alma que me guían y yo sucumbo ante ello.
Me aventuro en conocer nuevas personas, invierto, me arriesgo en esa persona. Y qué si se va, aposté por esa persona pero no puedo luchar contra la marea tampoco. Sólo es disfrutar del momento, y sólo quedará en el agradable recuerdo de tu vida. Siempre y cuando sea bueno.
Compro diversos recuerdos y los llevo impregnado algunos en el corazón, otros en el paladar, otros en el oxigeno y la gran mayoría en mi cabeza.
Hace poco se me vino una idea a la cabeza de viajar a tal ciudad, de ir en su búsqueda pero también de vivir fuera del estrés en el que vivo. No solo era por mí, sino por él. Escuché muchos consejos del resto. Y todos dijeron: "no vayas". Entonces me dije: -por qué no ir, si quiero desestresarme, sólo de salir de la ciudad ya tienes otros aires de energía-. Entonces sin dudar, me arriesgué y compré el pasaje de ida y vuelta que llevará hasta esa ciudad. No se si a verte, si en caso se da y a la vez a encontrarme nuevamente con mi paz interior. Septiembre un mes más de mis arriesgadas, intuitivas y románticas aventuras. Mi felicidad.
Encontré la paz interior que buscaba al estar en la tierra que me vio nacer, pronto quizás ya no vuelva sólo de vacaciones. Como dices, hay que hacerle caso a esa voz interior que quiere ser escuchada (:
ResponderEliminarAsi es!... lo mejor es ver lo bello de la naturaleza. :)
ResponderEliminar