Esa palabra tan simple y tan compleja a su vez. Esa
propuesta estallante de juramentos y profundos secretos que guarda de la una a
la otra, esos secretos que pueden ser revelados en segundos así como pueden ser
escondidos por años y la confianza y fidelidad se marchan por aquella puerta
por donde entraste, por donde juraste y prometiste eterno amor. Se va.
No estoy en contra del matrimonio, tampoco es que le tenga
pavor, pero creo y soy de la idea que la buena unión hace la fuerza adonde
quieras que vayas.
Casos de mujeres al recibir un comentario o propuesta
matrimonial:
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Mujer romántica y pomposa: “yo quiero casarme
con todos las de la ley, habidas y por haber. Quiero mi vestido blanco hermoso,
que las tarjetas y la decoración sean de mi color favorito, amor tú también
debes de ponerte tu corbata del mismo color de la decoración, quiero que todo
el mundo me vea, amor hay que programarnos y para la pedida de mano también… ”
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Mujer dramática y exagerada: “no puede ser me
voy a casar, tengo que llamar a mis amigas, he esperado este acontecimiento por
años. Tengo que publicarlo en mis redes sociales, desde ahora tengo que ir
viendo el diseño de mi vestido, los aros, el lugar, la iglesia y lo más importante
nuestro nidito de amor y sin olvidar de la luna de miel sino no está completo
todo, okay amorcito….”
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Mujer aventurera empedernida: “pues me voy a
casar y hemos pensado en saltar de algún puente jurándonos amor eterno, se ve
buena la idea, no es que nos querramos suicidar pero literalmente ese es el
matrimonio, por la noche dormiremos en algún hotel donde tenga un buen colchón
solo eso lo demás queda entrenos…”
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Mujer sencilla y enamorada: “me casaré donde sea
debido, tal vez en alguna iglesia bonita, o en algún parquecito ya lo veré. Mi
novio y futuro esposo me sabrá entender. Quiero un vestido lindo y sencillo, lo
que me importa es que estaremos juntos de por vida y nada más… ”
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Mujer desinteresada y rebelde: “el matrimonio
apesta, no quiero casarme, así estoy bien. No necesito valerme de tontos
juramentos, es mas no necesito avalarme de alguien. Sencillamente no convivo
con esa idea, me causa escozor.”
Ahora veamos que pasa después del matrimonio:
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Mujer romántica y pomposa: “amor por favor tenemos que hacer las cosas rápido,
estamos perdiendo tiempo, amorcito te llamo y no respondes que pasa…”
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Mujer dramática y exagerada: “puedo saber porque
llegas a estas horas de la noche, te estuve llamando y no contestabas con quien
puta te estás viendo…”
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Mujer aventurera empedernida: “Adonde él va, yo
voy, porque así debe de ser la mujer, adonde vaya el marido va la mujer. Amor espérame
ahí salgo.”
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Mujer sencilla y enamorada: “yo confío en ti,
plenamente, ambos nos contamos todo. Si en caso me engañes solo espero no
enterarme porque me matarías, aunque lo dudo. Yo pongo mis manos al fuego por
ti…”
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Mujer desinteresada y rebelde: “no tenemos ni
una pizca de cariño, solo cuando queremos tener sexo, después cada uno en lo
suyo. No importa si me es infiel solo quiero su dinero, o tal vez opte por irse
de la casa. Nunca creí en el matrimonio, me arrepiento…”
Que cara pondrás cuando te hagan aquella propuesta
matrimonial, cual serán tus palabras, tus pensamientos; positivos o negativos,
con temor o con entusiasmo. Por qué nos entusiasmos siempre las mujeres con esa
frase: nos casamos, me quiero casar, el día que me case.
Es como si en el fondo es un gran paso al éxito. Es como que
todos desean pasar por el ciclo de la vida sin saber que les espera. Sin saber
si ese gran salto es para bien o mal.
Porque es cierto, después del matrimonio las personas suelen
cambiar. No están acostumbradas a dormir con alguien más, o simplemente quieren
que pasen más tiempo a su lado. Ves que las mayorías de las mujeres y hombres
no se llenan de felicidad ni de amor, sino al contrario sacian su ansiedad con
amor. Por eso están como están entorpecidas o entorpecidos, idiotizados por
algún engreimiento o por algo fuera de línea.
Nadie sabe descifrar el amor todos dicen palabras bonitas o
dan cosas materiales compensando lo que no pueden decir exactamente o ganarse aúnmás
cariño.
Para mí personalmente he comprendido y llegado a mi
conclusión que el amor es: Quieto, tranquilo, pacifico, sin mucha pomposidad,
es una sonrisa cálida, un gesto amable, una conversación fluida, un brillo en
los ojos, un abrazo sincero, un cálido vientecillo en el rostro, no es más que
nada que el mismo amor perpetuo y ahí diré: Si quiero casarme.
Me encanta tu blog :) - Melina
ResponderEliminarGracias Meli :)
EliminarMuy bueno ! : Braulio
ResponderEliminarGracias Braulio :)
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