Estando en clase de Economía, oyendo y prestando interés al catedrático. Me acordé de que tenía que escribir algo referente a esto. Pues lo había pensando, pero como siempre suelo decir alguien más me da el incapié de mis anotaciones pasadas.
Recuerdo por los años ochentas y llegando cerca a los noventas, que nuestro país pasó por un mal momento. Pues en efecto para los que estuvimos aun pequeños y otros en brazos no tenían idea del terror que se pasaba allá afuera.
Yo, si lo recuerdo brevemente.
Vivíamos en casa de mis abuelos. No faltaba nada en la mesa. Nuestras condiciones siempre fueron prósperas. Tal vez por ende siempre veía algo que comer, aparentemente veía que todo estaba bien.
Jugaba con mis primos, tal vez ellos no estaban enterados de la magnitud en la cual pasaba absortamente nuestro País.
Yo veía pasar en las mañanas muy temprano a la gente comprando pan. Lo veía porque tenia la costumbre d e levantarme temprano y de seguir a mi abuela junto con su escoba a todas partes. Me asomaba a la puerta principal de la casa, veía como una multitud de gente compraba el pan de cada día. Inocentemente pensaba que había mucha gente que se levantaba tan temprano solo por ganarle al vecino en ser el primero en comprar el pan. Pues no resultó ser así. Resultaba ser que nuestro gobernante por aquel entonces, nos dejó a nuestra suerte. Los precios subieron, todo se infló, la moneda se devaluó. El precio del pan variaba cada día, vivimos en un País donde se vivía del momento, del hoy porque del mañana no ha de saberse.
Mi mamá me comentó que mi abuelo llevaba mucho dinero en dos tarros pintura con lo cual se podía comprar algunas cosas de necesidad básica.
Recuerdo que habían muchos apagones. Siempre parábamos con vela. Mi mamá decía: "han volado una torre". Yo no entendía que significaba eso. Uno de mis tíos dijo: "son los terrucos seguro". En mi corta edad no entendí que lo significaba torres, ni terrucos, pero mi imaginación iba mas allá. Imaginaba una torre de electricidad y que literalmente fue tumbada por gente inescrupulosa. Detrás de toda esa oscuridad que había en casa, la ciudad y en el País. Había gente muy arraigada al comunismo que formó una especie de secta, quienes sus fines era liderar y tomar posición del País a su manera. Creyeron que la mejor manera de ser escuchados era eso. Matar, tomar gente inocente, lanzar granadas, tumbarse torres de alta tensión, robar a empresarios que surgieron de la nada. Dentro de esa oscuridad habían familias, de todas las clases sociales. Todos literalmente tocamos el mismo fondo.
Recuerdo, que mi abuelo se compró una camioneta 4x4, por supuesto yo era la más contenta. Recién la camioneta llevaba una semana de adquirida. Una noche mis tíos (aun jóvenes), la dejaron afuera, en la calle.
Al día siguiente, no entendía porque tanto alboroto en casa y una vez más tuve que imaginarme que en efecto la camioneta no las robaron.
Al cabo de unos meses, mi mamá me contó que la camioneta se la robaron los militares. Se apropiaron de nuestro activo, la necesitaban para cazar a esas sartas de sabandijas. Mi abuelo fue en búsqueda de su activo, porque como todo hombre justo va por lo que es suyo. Después de un año encontró su camioneta echa una chatarra de carga por Desaguadero. Allá lo tenían los militares. Conversó con el capitán y este le respondió que podía llevársela si gusta. Mi abuelo al ver su camioneta en tal estado y que el capitán le respondió de una manera tan vaga. Se dio la media vuelta y se regresó. Entendió que hasta los mismos militares se prestaban para el robo, las negociaciones entre ellos, la amenazas en sí. Era mejor no meterse con esa gente.
Recuerdo ver por las noticias, los famosos coche bomba, veía como habían edificios colapsados, gente muerta, heridos, todo era muerte. Al terminar de ver televisión. Nos fijábamos por la ventana si había cerca algún carro ajeno al vecindario. Creo que el que menos de las personas vivía fijándose detrás de sus cortinas si había algún vehículo no identificado. Tanto así que había personas tan ansiosas que llamaban a la policía para cerciorarse que no sea uno de ellos.
Finalmente, esos momentos de angustia acabaron, la mayoría pudo respirar tranquilo. El líder de aquella secta fue capturado. Lo vi por la tele, y recuerdo haber dicho con toda mi rabia: "que lo encarcelen y nunca salga".
Esos años han terminado, a Dios gracias. Ahora somos gente educada con conocimiento de la historia, porque las cosas deben de ser contadas como deben ser. Con la verdad absoluta.
Se que a pesar de nuestros vaivenes económicos y gubernamentales. No vamos a caer de nuevo en la misma situación de antaño. Al igual que el valor de nuestra moneda se busca la estabilidad y no dispare como antaño en una inflación.
Realmente fueron años históricos para quien los ha vivido y los recuerda. Años críticos.
Recuerdo por los años ochentas y llegando cerca a los noventas, que nuestro país pasó por un mal momento. Pues en efecto para los que estuvimos aun pequeños y otros en brazos no tenían idea del terror que se pasaba allá afuera.
Yo, si lo recuerdo brevemente.
Vivíamos en casa de mis abuelos. No faltaba nada en la mesa. Nuestras condiciones siempre fueron prósperas. Tal vez por ende siempre veía algo que comer, aparentemente veía que todo estaba bien.
Jugaba con mis primos, tal vez ellos no estaban enterados de la magnitud en la cual pasaba absortamente nuestro País.
Yo veía pasar en las mañanas muy temprano a la gente comprando pan. Lo veía porque tenia la costumbre d e levantarme temprano y de seguir a mi abuela junto con su escoba a todas partes. Me asomaba a la puerta principal de la casa, veía como una multitud de gente compraba el pan de cada día. Inocentemente pensaba que había mucha gente que se levantaba tan temprano solo por ganarle al vecino en ser el primero en comprar el pan. Pues no resultó ser así. Resultaba ser que nuestro gobernante por aquel entonces, nos dejó a nuestra suerte. Los precios subieron, todo se infló, la moneda se devaluó. El precio del pan variaba cada día, vivimos en un País donde se vivía del momento, del hoy porque del mañana no ha de saberse.
Mi mamá me comentó que mi abuelo llevaba mucho dinero en dos tarros pintura con lo cual se podía comprar algunas cosas de necesidad básica.
Recuerdo que habían muchos apagones. Siempre parábamos con vela. Mi mamá decía: "han volado una torre". Yo no entendía que significaba eso. Uno de mis tíos dijo: "son los terrucos seguro". En mi corta edad no entendí que lo significaba torres, ni terrucos, pero mi imaginación iba mas allá. Imaginaba una torre de electricidad y que literalmente fue tumbada por gente inescrupulosa. Detrás de toda esa oscuridad que había en casa, la ciudad y en el País. Había gente muy arraigada al comunismo que formó una especie de secta, quienes sus fines era liderar y tomar posición del País a su manera. Creyeron que la mejor manera de ser escuchados era eso. Matar, tomar gente inocente, lanzar granadas, tumbarse torres de alta tensión, robar a empresarios que surgieron de la nada. Dentro de esa oscuridad habían familias, de todas las clases sociales. Todos literalmente tocamos el mismo fondo.
Recuerdo, que mi abuelo se compró una camioneta 4x4, por supuesto yo era la más contenta. Recién la camioneta llevaba una semana de adquirida. Una noche mis tíos (aun jóvenes), la dejaron afuera, en la calle.
Al día siguiente, no entendía porque tanto alboroto en casa y una vez más tuve que imaginarme que en efecto la camioneta no las robaron.
Al cabo de unos meses, mi mamá me contó que la camioneta se la robaron los militares. Se apropiaron de nuestro activo, la necesitaban para cazar a esas sartas de sabandijas. Mi abuelo fue en búsqueda de su activo, porque como todo hombre justo va por lo que es suyo. Después de un año encontró su camioneta echa una chatarra de carga por Desaguadero. Allá lo tenían los militares. Conversó con el capitán y este le respondió que podía llevársela si gusta. Mi abuelo al ver su camioneta en tal estado y que el capitán le respondió de una manera tan vaga. Se dio la media vuelta y se regresó. Entendió que hasta los mismos militares se prestaban para el robo, las negociaciones entre ellos, la amenazas en sí. Era mejor no meterse con esa gente.
Recuerdo ver por las noticias, los famosos coche bomba, veía como habían edificios colapsados, gente muerta, heridos, todo era muerte. Al terminar de ver televisión. Nos fijábamos por la ventana si había cerca algún carro ajeno al vecindario. Creo que el que menos de las personas vivía fijándose detrás de sus cortinas si había algún vehículo no identificado. Tanto así que había personas tan ansiosas que llamaban a la policía para cerciorarse que no sea uno de ellos.
Finalmente, esos momentos de angustia acabaron, la mayoría pudo respirar tranquilo. El líder de aquella secta fue capturado. Lo vi por la tele, y recuerdo haber dicho con toda mi rabia: "que lo encarcelen y nunca salga".
Esos años han terminado, a Dios gracias. Ahora somos gente educada con conocimiento de la historia, porque las cosas deben de ser contadas como deben ser. Con la verdad absoluta.
Se que a pesar de nuestros vaivenes económicos y gubernamentales. No vamos a caer de nuevo en la misma situación de antaño. Al igual que el valor de nuestra moneda se busca la estabilidad y no dispare como antaño en una inflación.
Realmente fueron años históricos para quien los ha vivido y los recuerda. Años críticos.
Yo tambien los vivi!!!...NUNCA MAS!!!!!... Christian
ResponderEliminarBravo!!!, excelente redacción, un recuerdo, que mejor saberlo por alguien que lo vivió, gracias Jill por que hay cosas que nunca se olvidaran. Pamela
ResponderEliminarAsi es Christian, espero que ya no se vuelva a repetir.
ResponderEliminarPamela, muchas gracias por tu comentario. Lo recuerdo vagamente y solo tenia 4 años de edad y no me olvido. Un beso.
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