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LA MAGIA DE UN MAGO

Soy un mago y no es porque lo haya decidido sino porque ya estaba escrito en mi destino, así lo quiso la fuerza universal. Todos me preguntan si la magia existe, si tiene algo que ver con el amor y la conspiración del universo y otros más incrédulos e irónicos, piensan que la teoría del éter son puras falsedades. Pues siempre suelo decir que la magia radica en  todas partes, el verdadero amor es la esencia genuina para realizarlo. Esta en las hojas, en los arboles, en el aire, rozando tu piel, ¿acaso no lo sientes?, bebe agua, saboréala, no tiene sabor pero sacea la sed del humano, de los animales, de las mismas plantas, ahí radica el amor, en poder nutrir nuestras células y renovarlas constantemente, ¡es la magia¡, nuestra propia magia.
He escrito muchos libros, llevando conocimientos a otros, explicando mi propia teoría del Universo, algunos colegas mios discrepan altamente conmigo, creen que lo que digo no tiene relación con la magia.
No creo en hechicerias, me considero un mago que libera los males de las personas buenas a quienes fueron a parar en ellas por causa de otros quienes contribuyen con el mal.
Llevo setenta años en este oficio y lo sé al revés y al derecho, veo a mucha gente ser engañada por falsos magos que piensan que levitar es el simple hecho de flotar en el aire. Es una vil mentira, es solo un truco, lo único que hacen es disfrazar el tubo que les elevara del mismo color del fondo.
Las leyes universales no se trabajan así, requieren de tiempo e investigación, nadie puede hipnotizar a la otra persona de la noche a la mañana, se requiere preparación.
Estoy viejo, pero me acuerdo de todo. Tengo cinco hijos, y diez nietos. Me he casado tres veces, y las dos veces mi amor no fue correspondido, por un momento pensé que el amor me había traicionado, pero no fue el amor, por el contrario fui yo y me disculpo con ellas y con el amor que alguna vez jure.
Sentado en mi  silla de mimbre, así me encontraba cuando aun  tenia cinco años, y ya veía el mundo con otros ojos, mis pequeñas pupilas brillaban con mayor intensidad. Tan pequeño y ya contemplaba el amor refugiado en aquella naturaleza rodeado de sembríos y cultivos, de arboles y nidos de aves. Los diminutos mosquitos rondaban mi ser para así poder chuparme la poca sangre que concebía , los ronchones eran prueba de ello, como queriendo dejar marca; parte de la vida misma, es parte de la naturaleza por la cual se esta acá. Un circulo.
Mi familia y el pueblo se dedicaban al sembrío y cultivo de flores, tenían hectáreas de campos de flores de todas las variedades y colores, esto provocaba tentación para algunos visitantes, era como abejas a la miel. Algunos extranjeros robaban días antes de la cosecha, esperaban el momento propicio para poder hacerlo justo antes de las tres de la mañana. El perro guardián con su temido olfato sensible, ofrecía la alerta de extraños, la mayoría de los cosechadores se despertaban en camaradería salían con sus escopetas corriendo, disparando al aire para espantar a los intrusos. Así lo hacían. No hubieron conflictos felizmente.
La mayoría del pueblo vivía de la cosecha de las flores, desde muy niños les enseñaban a sembrar y ayudar en la cosecha. Yo los veía, también ayudaba a mis papas en el campo.
Pero decidí ser zapatero, así lo quise. En el pueblo yacía un convento y cada vez que podía iba a visitar a un viejo amigo, en ese entonces yo tenia ocho años y el tan solo un jovencito de veintiún años. El me enseñó a coser zapatos, cambiar tapillas, fijar la piel sobre la horna, agrandar zapatos de una talla menos y por ultimo a sacar lustre. Nuestro trabajo siempre fue impecable, jamas recibimos quejas algunos de nuestros clientes.
Comencé como su ayudante, las monjitas del convento dejaban sus zapatos, nos tenían confianza. Sor Clemente, ella era la encargada de dejar un costal entero de zapatos, algunos con agujeros, otros para coser y otros para agrandar una talla, no porque fueran tacañas sino porque algunas monjas ya se habían encariñado con sus zapatos y querían que fueran los mismos de siempre. Del lado derecho del habito sacaba una lista, era la lista de zapatos nuevos para las nuevas novicias. Nos sonreía y nos dejaba muy claro que teníamos mucho trabajo que hacer. Mi amigo y yo sonreíamos muy gustosos de poder hacerlo, yo complacido de querer ser como el. Un zapatero.
Los años fueron pasando, y con mis dieciseis años seguía trabajando al lado de mi buen amigo. Una mañana vino Sor Clemente acompañada de una novicia a dejarnos mas zapatos. Primera vez que veía a Sor clemente acompañada de alguien mas. No las presento, su nombre era Mercedes, una muchacha joven, delgaducha, su piel de porcelana y suave como un algodón. Así lo sentí yo porque en cuanto me alcanzo el costal lleno de zapatos, fui a tenderle mi mano, sin querer le tome de las manos y pude sentir la suavidad de su piel. Me enamore, ella también se dio cuenta del brillo de mis ojos, y yo me di cuenta de los suyos. Nos quedamos ahí mirándonos por unos breves segundos, para nosotros fue la eternidad misma. Me di cuenta que tenia que despertar del breve letargo y nos despedimos con mucha cordialidad.
Fue en ese momento donde el Universo me presento el amor, siempre lo había notado en el campo, en las flores, hasta en las moscas mismas cuando se están procreando pero jamas había sentido mi corazón exaltado como aquel día en que conocí a Mercedes.
Tenia la costumbre de anotar en una libreta lo días y posibles días en que podría volverla a ver. A veces entraba al convento, las superioras ya me conocían y tenían mucha confianza en mí. Siempre fui un chico querido y amable con todos. Por el mismo cariño que me gané, ellas me recibían tan bien, algunas veces me llamaban para ayudarlas con los sacos de arroz, o tal vez para clavar algunas tablas salidas de los techos. Ahí estaba yo, y me gustaba estar con ellas. Me sentía tan querido. Por esas mismas razones decidí entrar con mucha confianza al segundo atrio del convento, sabía que allí estaría ella.
La divisaba desde lejos, ella se daba cuenta y bajaba la mirada, yo procuraba voltear la mía acompañada de una sonrisa al aire. Sabía que le gustaba, como también sabía que podía estar a tiempo de salir del convento para vivir conmigo. Porque eso pensé, pensé en irnos lejos y formar nuestro propio hogar juntos.
La primera vez que vi su carta de ella fue en un zapato, por su parte no podía hacerse notar que escribía a alguien mas, estaba totalmente prohibido a no ser a los mismos parientes de primera sangre.
En su carta me dedicó un poema, fue muy celestial, me enamore perdidamente de ella. Y yo las veces que podía la respondía, me había ingeniado de hacerle llegar la correspondencia, haciendo un pequeñisimo bolsillo con tapa en la lengüeta de esta. Durante meses así fueron nuestras comunicaciones, en base de poemas y versos, declarándonos amor eterno.
Una noche, quise visitarla, la verdad es que quise raptarla, quería que se viniera conmigo, fui por ella, trepé muro y caí en unos arbustos, mal parado fui por ella. Sabia donde estaba ella. Conocía perfectamente el convento. Sabia que las madres superioras descansaban temprano y echaban con llave los cuartos de las novicias como este se encuentra en el segundo atrio, no se darían cuenta.
Fui por ella tenazmente, me di cuenta que uno de los pasadizos que me conduciría a su cuarto estaba con llave. Decidí darme la vuelta y trepar el techo, todos los techos del convento tienen un tragaluz porque cada cuarto tiene su propio fogón. Noté que esa era su habitación. Me sostuve fuertemente de la pared résvale un poco y caí parado. Procure no hacer ruido, sabia que ella no estaría sola, que habían unas cinco o seis novicias acompañada de alguna hermana. Caminé despacio, lo mas despacio que pude, y tantee con la palma de mi mano las paredes, divise las camas, todas estaban echadas en una misma posición, dando la espalda. No podía visualizarla tan facilmente, tuve que arriesgarme un poco mas, decidí dejarme llevar por su piel transparente, había un problema, no sabia como era su cabello, nunca lo haba visto. No lo conocía aun. Todas se encontraban con las cabezas descubiertas. Visualice mejor y pude apreciar que ella era. El brillo de mis ojos aun mas se impactó, y reconocí que era ella. Que hermoso cabello tenía, era largo de hebras muy finas color caramelo. Como pude reconocer al amor de mi vida, era tan evidente.
Fui por ella, la desperté sutilmente, abrió los ojos con sorpresa por poco y grita, pero se contuvo, guardó el aire y yo que pensaba por un instante que huiría conmigo pero me obligó a que me vaya, así lo hice tal vez por cobarde, y por no hacerla quedar mal.
Pasada las semanas, me entero por medio de una hermana, que una de las novicias había huido, fui a averiguar en el segundo atrio si era ella. Efectivamente era ella.
Salí en su búsqueda y la encontré abrazada de un árbol, me dijo que tenia mucho miedo, miedo de perder todo, no sabia adonde ir, así que le ofrecí mi casa, al fin y a cuentas no estaría sola. Yo la protegería.
Antes de que fuera mago, nos casamos, un amigo mio quien había egresado del monasterio nos casó. Nos declaró hombre y mujer hasta el resto de nuestras vidas. No pensé que eso acabaría pronto.
Meses después, vinieron por mi unos señores desconocidos ante mi vista, ellos no me conocían ni yo a ellos.
Me hablaron que ellos conforman una secta de magos, ellos buscan a los novatos por medio de sus estudios. Yo era el escogido. Vinieron por mi y no me quedo que otra que ir con ellos. Le prometí a Mercedes regresar pronto.
No regresé después de diez años. Me olvide de ella, los primeros años le escribía constantemente, pasado los años me zambullí de pleno en mis estudios, cada vez me interesaba saber mas sobre los estudios del Universo y la vida misma, como estamos formados y que todo esta dividido bajo un mismo numero, plantas, animales, humanos, todos nosotros somos uno solo así de simple, por lo cual conformamos ese numero en el eje del mismo Universo.
Después de diez años, al regresar a casa pensé encontrarla, pero había huido. Decidí encontrarla como aquella vez que la encontré aferrada de aquel árbol sollozando de miedo. Pues fui por ella una vez mas, porque mi amor seguía siendo el mismo por ella. La amaba aun y pase lo que pase iba a traerla de regreso.
No la hallé, estaba perdida totalmente y yo también. El tiempo pasó y con unos amigos militares decidimos entrar a una cantina del mal vivir, tomé mas de la cuenta, todo por el amor que tenía aun.
Volteo la mirada, sacudo mis hombros, nuevamente las pupilas de mis ojos se agrandaron y vi lo que tenia que ver. Era ella. Hable con el encargado de los cuartos y pedí uno con aquella muchacha.
Entré y la esperé. Ella entró, no me reconoció. Cuando se estaba por quitar parte de su prenda la detuve y la sacudí con tal magnitud que fue cataclismo en mi corazón, rompí en llanto. Mercedes reaccionó y lloró.
Aquella noche le pedí perdón por todos estos años de ausencia que la dejé de lado, no supe reconocerla y valorar su espera. La abrace tan fuerte que nos quedamos dormidos, al día siguiente me despedí de ella y le di dinero suficiente para que vaya a comprarse ropa y algo de alimento y pueda subsistir fuera de este ambiente. Mi corazón hecho trizas la dejó ir y yo seguí mi camino.
Regresé a Alemania, trabajé en los estudios de la magia conjunto que la medicinal tradicional y la natural, encontrando respuesta y la cura para personas enfermas y desesperadas por vivir.
He conocido mujeres inconcebibles de la fertilidad misma y al poco tiempo han dado a luz mellizos o trillizos.  Como también he conocido chicas enamoradas haciéndose preguntas del amor de su vida. He respondido ante sus inquietantes preguntas. Al poco tiempo salían de aquel portal de la iglesia. He curado a gente con epilepsia y otros con cuadros de locura. He podido sanar y curar males, bendecir y desear suerte a otros, pero aun seguía solo, esperando el momento propicio de empezar de nuevo.
Los años pasaron y conocí a una chica muy guapa, ella era descendiente de japoneses, la conocí porque ella era parte de la colonia de mis antecedentes.
Nos conocimos en una reunión. Nos enamoramos y decidí entregarle mi amor. Al poco tiempo nos casamos, pasado algunos meses me enviaron a Vietnan, allí estuve cerca de un año. Al regresar a la casa, mucho antes de cruzar el umbral de la puerta noté una energía no muy bien vista. Entré y nuevamente la pupila de mis ojos se expandieron sin reparo. Ella salió huyendo al lado de su hijo aun en brazos. Esta vez fui engañado. Y me pregunté si algo estaba haciendo mal, una vez más pedí disculpas al amor por haberme descuidado. Tal vez era bueno descifrando para otros el camino del amor y la sanación, pero en mi estaba aun confuso.
Nuevamente viajé, estaba vez a Francia. Allí me enamoré de una profesora de colegio primario, una buena mujer, fuerte y paciente, nos enamoramos al cabo de unas semanas, con los mese le propuse indiscretamente matrimonio, lo que me gustó de ella fue que indiscretamente accedió a mi petición eterno sin vacilaciones, por lo cual decidí con firmeza quedarme con ella. Con los meses y los años vinieron uno, dos, treces, cuatro y cinco hijos finalmente. No lo decidimos nosotros, sino fue el universo que conspiró con nuestro amor conyugal. Hemos vivido años prósperos y críticos pero aun así nos hemos mantenido juntos.
Esta vez el amor fue bien recompensado, vi que el Universo me había dado una guiñada de ojo por el tiempo pasado, por el tiempo que ahora me es restado y ahora sumo los días de bonanza de felicidad y dicha.
Cada vez que quiero descansar me siento en mi silla de mimbre, enciendo un cigarro, estiro mis piernas adormecidas, pienso en poco acerca de algunas teorías universales y salta el capitulo de Mercedes, que será de ella a veces me pregunto, ¿estará con vida aun?.
No la olvido tan facilmente, y el día que la encuentre en la otra vida, espero poder tenderle la mano y darle un beso de agradecimiento porque gracias a ella me enamoré y conocí al verdadero amor, llamada magia.      


Comentarios

  1. Hola Jill, estoy viendo tu blog y me doy cuenta que escribes. Me gustado y tb tu diseño esta mas bonito que el mio, como lo haces? jejje cdt. Cinthya

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  2. Lo lei me encanto!!!! XD - Melissa

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  3. Gracias Cinthya por tu comentario.Te dare los tips necesarios :)Saludos.

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