He aprendido a caminar sola desde cuando tenia un año y meses, no se con exactitud el tiempo exacto, pero desde aquella fecha ha marcado el principio de mi alma al aire.
El aire con el que respiro y me oxigeno día a día, caminando, sabiendo a donde ir, como otras veces permito que el camino me lleve dejando huellas y en otras prefiero levitar mis pasos para no ser olfateados.
El olfato me lleva más allá de mis creencias, exactamente me huele a instinto es algo inefable, que ni yo misma me lo puedo explicar, pero ahí en los momentos exactos donde uno puede deducir y elegir, el día, lugar, fecha, hora y el acompañante que más te parezca, o en todo caso soplar todo aquello que por instinto prefieres andar sola.
Sola, no me encuentro, estoy rodeada de mucha gente, tengo muchos amigos, buenos amigos y mejores amigos, así como compañeros, familia, y hasta uno que otro enemigo, sin mucha importancia, este ultimo. Sola no estoy, tampoco me siento sola, soló soy solitaria en mis estados de permanecer conmigo mi misma.
La misma independencia y libertad en la que crecí, y decidí emprender viaje, dejando huellas, en uno que otro andar, el mismo paso que doy por pausado porque quiero contemplar el mundo de otra manera, ese aliento que se entrecorta por seguir avanzando, te tienden una mano, te susurran palabras cálidas al oído, te motivan, permaneces quieta, cierras los ojos, te llenas de oxigeno y vuelves a empezar de nuevo, ahora eres tu misma. Quedas tú y sigues avanzando como también puedes abandonar el barco.
El barco de la vida, que te lleva por un sinfín de mares en la cual desconocías, esos mares que vienen con vientos huracanados, las velas se hinchan de temor, y tu timón va girando sin control.
El control que yo misma, decidí tener, agarrando fuertemente mi timón, estando en mis altos y bajos, desconociendo terrenos, y mares bondadosos y otros perturbadores.
Solitaria, como barco en altamar, con gente o sin gente va restándose a uno mismo, entonces todo este tiempo de mi vida he aprendido a seguir avanzando otras veces lento, otras veces rápido, y otras veces me detengo para contemplar el océano lo cuan profundo es y lo cuan hermoso es, al saber que hay detrás del horizonte.
El aire con el que respiro y me oxigeno día a día, caminando, sabiendo a donde ir, como otras veces permito que el camino me lleve dejando huellas y en otras prefiero levitar mis pasos para no ser olfateados.
El olfato me lleva más allá de mis creencias, exactamente me huele a instinto es algo inefable, que ni yo misma me lo puedo explicar, pero ahí en los momentos exactos donde uno puede deducir y elegir, el día, lugar, fecha, hora y el acompañante que más te parezca, o en todo caso soplar todo aquello que por instinto prefieres andar sola.
Sola, no me encuentro, estoy rodeada de mucha gente, tengo muchos amigos, buenos amigos y mejores amigos, así como compañeros, familia, y hasta uno que otro enemigo, sin mucha importancia, este ultimo. Sola no estoy, tampoco me siento sola, soló soy solitaria en mis estados de permanecer conmigo mi misma.
La misma independencia y libertad en la que crecí, y decidí emprender viaje, dejando huellas, en uno que otro andar, el mismo paso que doy por pausado porque quiero contemplar el mundo de otra manera, ese aliento que se entrecorta por seguir avanzando, te tienden una mano, te susurran palabras cálidas al oído, te motivan, permaneces quieta, cierras los ojos, te llenas de oxigeno y vuelves a empezar de nuevo, ahora eres tu misma. Quedas tú y sigues avanzando como también puedes abandonar el barco.
El barco de la vida, que te lleva por un sinfín de mares en la cual desconocías, esos mares que vienen con vientos huracanados, las velas se hinchan de temor, y tu timón va girando sin control.
El control que yo misma, decidí tener, agarrando fuertemente mi timón, estando en mis altos y bajos, desconociendo terrenos, y mares bondadosos y otros perturbadores.
Solitaria, como barco en altamar, con gente o sin gente va restándose a uno mismo, entonces todo este tiempo de mi vida he aprendido a seguir avanzando otras veces lento, otras veces rápido, y otras veces me detengo para contemplar el océano lo cuan profundo es y lo cuan hermoso es, al saber que hay detrás del horizonte.
Mija estuve leyendo el post y dejame felicitarte, esta lindo!!!!!.... espero que nos veamos a tu regreso. Besos. Juana Suarez
ResponderEliminarGracias amiga!... lo mismo espero verte para conversar. Un abrazo y besos.
EliminarChristian Jáuregui: Me siento muy identificado, me gustó!!!
ResponderEliminarGracias amigo!...un fuerte abrazo.
Eliminar