A veces o mejor dicho muchas veces pienso que estoy nadando contra la corriente, o que no estoy haciendo bien las cosas como realmente se deben hacer, algo está mal, me dije.
Así que me puse a pensar que es lo que estoy haciendo mal, o es que estoy recibiendo un pequeño castigo del Universo, es como si todo te saliera mal y no sabes el por qué, te esfuerzas tanto para qué, si al final no recibes ni las gracias.
Tal vez sea yo, la que me exijo tanto y no esté avanzando en el camino adecuado sino por el contrario me estoy yendo por las rocas, tratando de hacérmela de superada y de una mujer no sólo valiente sino que de alpinista profesional, cuando en realidad no lo soy, ni siquiera me he preparado para eso, no tengo el físico suficiente y así pretendo subir la montaña más alta, -que poca inteligencia-, cuando hay un camino tan sencillo de caminar, de manera libre y llegar a la cima.
Es cierto no estoy avanzando como debe ser, también quisiera ser alpinista profesional y desafiar al mundo y a la naturaleza porque me gusta los retos o es que acaso me creo auto suficiente. En fin, cualquiera que sea la excusa no me estoy preparando con precisión para los retos y las nuevas sorpresas de la vida.
Por lo que he decidido empezar de cero, empezar no significa retroceder, sino por el contrario tener conciencia de tus virtudes y defectos, por la misma razón estoy tomando literalmente clases de alpinismo para poder subir a mi propia montaña y tal vez a otras que me pongan a prueba.
Saben estoy contra el tiempo, eso creo y eso pienso porque por algo los años y la experiencia no pasan en vano. Lo correcto es aprovechar las oportunidades y el tiempo que me está dando el Universo para seguir aprendiendo e ir por mi propio sendero, al sendero que quiero y deseo ir, alcanzar aquella montaña que la tengo clavada cual espina en mi fuerza de voluntad y entusiasmo.
Así que me puse a pensar que es lo que estoy haciendo mal, o es que estoy recibiendo un pequeño castigo del Universo, es como si todo te saliera mal y no sabes el por qué, te esfuerzas tanto para qué, si al final no recibes ni las gracias.
Tal vez sea yo, la que me exijo tanto y no esté avanzando en el camino adecuado sino por el contrario me estoy yendo por las rocas, tratando de hacérmela de superada y de una mujer no sólo valiente sino que de alpinista profesional, cuando en realidad no lo soy, ni siquiera me he preparado para eso, no tengo el físico suficiente y así pretendo subir la montaña más alta, -que poca inteligencia-, cuando hay un camino tan sencillo de caminar, de manera libre y llegar a la cima.
Es cierto no estoy avanzando como debe ser, también quisiera ser alpinista profesional y desafiar al mundo y a la naturaleza porque me gusta los retos o es que acaso me creo auto suficiente. En fin, cualquiera que sea la excusa no me estoy preparando con precisión para los retos y las nuevas sorpresas de la vida.
Por lo que he decidido empezar de cero, empezar no significa retroceder, sino por el contrario tener conciencia de tus virtudes y defectos, por la misma razón estoy tomando literalmente clases de alpinismo para poder subir a mi propia montaña y tal vez a otras que me pongan a prueba.
Saben estoy contra el tiempo, eso creo y eso pienso porque por algo los años y la experiencia no pasan en vano. Lo correcto es aprovechar las oportunidades y el tiempo que me está dando el Universo para seguir aprendiendo e ir por mi propio sendero, al sendero que quiero y deseo ir, alcanzar aquella montaña que la tengo clavada cual espina en mi fuerza de voluntad y entusiasmo.
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