Si bien es cierto en estos tiempos el trabajo se ha convertido en un negocio sumamente redondo, pero también estresante, y para otros explotador, y por supuesto para los optimistas apasionados de lo que hacen se le es un relajo placentero.
He visto muchos amigos mios, familia, y hasta yo misma lo que se llama caer en la rutina, pero también he visto que el trabajo les cambia el carácter, para bien o para mal, o se vuelven histéricos, rabiosos, mal humorados o en caso contrario, persiguen sus sueños, disfrutan de su trabajo, y desean ser más y más en esta vida laboral y profesional.
También están los emprendedores, que de alguna manera estudiaron, o tal vez no, sin embargo eso no le quita merito para tener su propio negocio o empresa, son lo que son, cuentan con un trabajo fijo y generan trabajo para otros.
En realidad hay cada tipo de trabajo, perfiles y ocupaciones, y cada trabajo por más simple que fuese está generando ingresos pero también desarrolla la capacidad de ser experto en lo que hace y sabe. Al final el resultado es uno solo, la satisfacción de poder comprar lo que quieras en el transcurso de los días, semanas, meses o años para los que quieren ahorrar y comprarse una casa por ejemplo.
Cuando estamos muy jóvenes, y recién sentimos y vivimos lo que se llama trabajar, si bien es cierto, el dinero se va, lo despilfarramos en cualquier cosa que nos llame la atención, A medida que vamos creciendo y tomando mayores responsabilidades en nuestras vidas, lo que se gastaba en cosas sin razón, ahora se ha convertido en una razón primordial y optar por las necesidad básicas. Lo bueno del trabajo es que también te hace pensar sobre tus ganancias, reflexionas sobre tus esfuerzos y que es lo que deseas a corto, mediano o largo plazo.
Trabajar para vivir, he escuchado esa frase siempre, pero yo digo que hay que trabajar para vivir como uno desea y quiere vivir,
El trabajo es ese, dar y recibir, das un servicio y recibes un dinero extra. Entonces, por qué no mejor dar y recibir pero con placer, es decir; que disfrutes lo que haces para que el estrés se ablande más.
Así es todo sacrificio tiene su recompensa, y en vez de estar renegando del trabajo que tienes, ponte a pensar en lo afortunado que eres en estar ahí donde estas, porque hay muchos que desean lo que tu quieres.
Seamos como la hormiga, trabajadora incansable, bondadosa y noble, la generosidad, el trabajo en equipo y disfrutar lo que hacemos nos hace grandes, no necesariamente de tamaño o riquezas, sino de corazón.
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