De eso ha pasado años, de lo dulce y alegre chica, solo ha quedado secuelas por la desilusión y las caídas en el camino de la vida.
Hace poco terminé con una relación que sólo me traía angustia, que en vez que avanzara diez paso retrocedía doce. Recordé las palabras del entrevistador que me dijo claramente: ¿a que le temes?, dale la oportunidad para enamorarte. Es por ello que me di una oportunidad en conocerlo, pero nada fue como parecía, teníamos muchas ideas disparejas, yo alguien más libre, y él más conservador y ortodoxo. Mientras que para mi el amor no es solo abrazos y besos, sino comprensión, compartir momentos del día, dar espacio y la paz a la otra persona. Para él, en cambio significa el amor, hacer el amor, besar, abrazar y seguir en la misma rutina. En ese momento no estaba acostumbrado a tanto empalago, pero siempre me he considerado complaciente hasta cierto limite, limite por el cual trasbordo mi paciencia emocional.
Siempre he dicho lo que comienza mal, termina mal. Cada quien defendía sus pensamientos y posición, no era más que un juego de competencias, el amor no es una competencia. Pero me di cuenta que él quería ser el hombre alfa, el machista y perverso, y hasta egoísta, había mucha presión por su parte, mi mente y yo no estabamos preparados para tremendos bombardeos de preguntas y respuestas. Era tanta la presión, que decidí dejarlo por justa razón. La relación no iba para más. Yo hice caso al psicologo, pero no salió como quise, entonces quería entender que quiso decirme.
Antes de ti, busqué a ese ex chico que alguna vez me mintió pésimamente, lo busqué para perdonarlo, y saber que era de él. No me arrepiento, pero tampoco he cometido nada malo. Nos hemos visto un par de veces en un café algo nerviosos para conversar, le noté su anillo de casado, por qué tan joven se había casado, me hice la pregunta, no se si por amor o desesperación de poder salir de la casa de sus padres, pues la respuesta fue ambas, me supo responder.
Nos hemos visto en más de tres ocasiones y la tercera, tuvimos un encuentro muy cercano, en ese momento tal vez queríamos recordar como cuando estuvimos, o que se yo. El quería seguir viéndome, frecuentandome a escondidas, me detuve un momento entre mis pensamientos, para darme cuenta que ya nada era como antes, y tampoco soportaba la idea de ser una especie de amante. Cabalmente, sin temor a nada, decidí alejarme y esta vez para siempre.
Dos años atrás, trabajaba en una empresa donde me pagaban bien y no era feliz, porque las personas con las quienes trabajaban no eran felices, por lo tanto se vivía un ambiente hostil, inseguro y caótico, estando en ese ambiente laboral, no comprendía aun porque la gente podría ser tan mala honda, ofendían y armaban una escena dramática, y por más dinero que me pagaran, no me sentía a gusto. Viví los peores momentos de mi vida, y hasta no pensé que en un trabajo se pudiera vivir tal extremo de hostilidad. Decidí renunciar, pero esta vez sabiendo que no todas las personas son buenas, no todo trabajo son tus amigos, es preferible tomarlo como lo que es un trabajo y saber manejarlo emocionalmente bien.
Antes del trabajo, viví hermosos momentos con Gonzalo, quien me trajo luz y paz en mi corazón, el fue el único hombre con quien descubrí el verdadero amor.
Gonzalo, fue un instrumento de luz y amor en mi corazón, porque yo pasaba por un mal momento en estado físico y emocional, no había pasado mucho tiempo cuando terminé con esa persona, porque me entere de su infidelidad. Casi todos los días Gonzalo y un grupo de amigos nos dedicabamos a salir todas las noches al cine y luego a cenar, o sencillamente nos reuníamos en casa de uno de nuestros amigos. Un tiempo llegamos a salir solo los dos, teníamos muchos planes en mente, pero no se en que momento nos llegamos a alejar, yo comprendí que el solo tuvo una misión conmigo y fue sacarme del hoyo donde estaba, y lo logro.
Antes de él, tenia un enamorado, sumamente amoroso y muy exigente en todos los sentidos. Decidimos estar porque eramos amigos, nos conociamos, y todo nuestro romance fue como un juego, juego por el cual con el tiempos nos fuimos gustando, nos fuimos conociendo, saliamos mucho al cine y teníamos muchos lugares pendiente próximos adonde ir, por lo que solo se quedaron en pensamientos. Me enteré después un año y meses que me había fallado, y hasta en algún momento lo intuía. Decidí arracarlo de mis pensamientos y corazón y no saber más de él, hasta que tres años después nos volvimos a reencontrar en un café, él estaba nervioso y supe que eramos más dos perfectos desconocidos que como los amigos que algunas fuimos.
De la ruptura ya había pasado cuatro años sin estar con nadie, de mis tantas entrevistas laborales, tuve una, que fue trascendental, en la entrevista con el psicologo, no solo tocamos aspectos laborales, sino toco el lado personal, y me dijo: date la oportunidad y no te cierres a las puertas del amor.
Es por ello que desde esa fecha guardé sus palabras en mi cabeza, y decidí enamorarme. Lo encontré o mejor dicho el me encontró a mi, pero nada era como yo lo había imaginado, él, un hombre entregado, poco tolerante, muy amoroso y exigente, de una religión distinta a la mía, por lo que yo tenía demasiado claro que relacionarse con alguien de una distinta religión no seria nada fácil, en ese momento me olvidé de como era antes, selectiva y procuraba tener cosas en común. Esta vez me dejé llevar por las palabras del psicologo, no me importaba la religión, ni aspecto físico. muy aparte de los prejuicios con los que he vivido por medio de otros, era la manera como me veía, yo con él. Esta vez sacaría mis propias conclusiones.
La relación cada vez iba teniendo una tonalidad grisácea, llegó un punto en mi que la iba relacionando con mi antigua relación, tal vez sea la caracteristica de personalidad entre ambos hombres,o es que en algún momento este último me dijo; Te voy a dejar por otra. Y una vez más si mi intuición no me falla, él ya estaba buscando a otras chicas por medio de aplicaciones. Lo sé. Una vez más recordé las palabras de una psicologa quien me dijo que es bueno relacionar los escenarios puesto que así nos damos cuenta más rápido de lo que nos sucede.
No, teníamos ningún sueño en común, salvo a tener una familia, y creer en Dios, aunque su Dios, no podría llamarselo por su nombre. Todo era con pinzas. La verdad no me sentía muy a gusto, y a pesar que yo lo intentaba convencerme una y otra vez, me daba otra oportunidad, pero no funcionaba.
Esta vez me di cuenta, que no solo son los prejuicios, sino los sueños que tenía en mente, todos estos años me había perdido y pasé a ser otra. Atrás había quedado la mujer romántica, detallista, del alma alegre y feliz, que a pesar del mal día seguía hacia adelante con la mirada en frente. Es por ello que decidí dejarte, porque algo no estaba claro en mí. Nos hemos lastimado en el camino, que no mereces ser lastimado nuevamente, ni mucho menos yo. El día de hoy, me sacudo y dejo de lado los prejuicios, los que dirán de la gente, de los malos recuerdos y engaños, de los amores posesivos, pero esta vez volveré a soñar y desear estar con ese alguien que tenga ese algo en común, más allá del amor y la armonía. Saco todo lo malo y lo bueno, las cosas buenas que las había olvidado, de esas me aferro y las traigo al presente.
Yo antes de ti, era diferente, pero ahora soy una mejor persona y ser humano.
(para el quien me lea en el futuro)
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