Aun sigo confundida sobre encontrar al verdadero amor, yo creí a ver encontrado al amor verdadero, cuando lo conocí hace cuatro años atrás, y los pocos meses que nos conocimos, sentí mariposas en todo mi ser, una calidez, y armonía absoluta, desde allí descubrí que el amor es eso, tiene que sentirse quieto y tranquilo, en paz. Desde ese instante no he vuelto a revivir un momento como ese. Y a pesar que del pasado ya no se vive, solo me queda la esperanza de volver a revivir aquellos momentos mágicos, la empatía.
Reconozco que mi soledad ha sido producto de las malas experiencias ajenas y hasta propias. No por eso dejo de creer en el verdadero amor. El amor que siempre he soñado y querido, al lado de un hombre solido, entusiasta, comprensivo, servicial, un excelente hijo, esposo y padre de familia. No podría pedir más, solo la empatía del amor, de esos buenos, que en los malos momentos se acompañan, y en los buenos suena sonoras carcajadas de amor. Me gusta bailar, y me encantaría disfrutar un exquisito baile arrullada en su hombro, me encanta viajar, y me encantaría que tomara mi mano y me acompañara adonde me lleve mis locuras. Disfruto de una buena lectura, y desearía que de la nada me sorprenda con un buen libro. Amo las cosas simples de la vida, amo la naturaleza, ver el atardecer, observar las formas de las nubes, ver el cielo estrellado, habla más que un poema. Detesto la soberbia y es uno los conflictos más grandes que he tenido. No soporto la soberbia, por ello tiendo a alejarme de la gente. No le hace bien a mi amor propio ni a nada parecido.
Solo busco un verdadero amor, ese hombre que ame con amor, respeto, salud, compresión, ternura, lealtad, amabilidad, locura, sonrisas, quietud, aventura, un amor pleno de esos que uno mismo puede decir: "me encantas, me siento muy bien a tu lado y a tu lado quiero permanecer el resto de mis días". Es mucho pedir, ¿acaso?.
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