En el año 2000 fue la primera vez que usé brakets, siendo aun una adolescente si bien es cierto sólo llegué a colocarme en la parte superior, fue porque así lo decidí. Después de un año adaptada, y adaptada al bulling de los chicos decir; "masca fierro", "dientes de lata", etc... finalmente me desligué de la ortodoncia, mis dientes quedaron parejos, y me sentía muy feliz por un buen trabajo.
Así pasaron unos cuantos años, hasta que un diente -del juicio- trataba de salir buscando espacio, empujando al resto por lo que fueron torciéndose poco a poco. Así estuve por buenos años no era muy notorio, pero espero sacarme el diente hasta que este salga por completo. Me animé a sacarlo entre tanto miedo que me abundaba, ya que había escuchado decir que es muy doloroso. Un día por la tarde me comenzó a doler ese diente, y salí corriendo para que me lo extraigan de una buena vez. El segundo diente del juicio faltaba salir, así que esperé que éste saliera para poder colocarme la ortodoncia. Así fue, una vez más me agarró el trauma post traumatico de mi primera extracción. Fui donde una amiga y gentilmente me dijo; no pasa nada, ni te dolerá. Ya estaba sentada en su silla, orando para que la extracción sea rápida. En un abrir y cerrar de ojos lo sacó y me sentí mejor. No sentí dolor, estuve en buenas manos.
A los pocos de mi extracción, ya estaba lista para la colocación de la ortodoncia, decidí que me colocase primero arriba ya que tenía la experiencia de no comer bien y dolencia muscular. Unos cuatro días estuve así sin poder comer bien, colocándome cera alrededor del braket para que no raspe con mi labio. Tomé valor, y decidí colocarme abajo. El primer día me fue fatal, tengo la mordedura profunda y desgraciadamente los brakets de arriba golpeaba a los de abajo, no podía comer bien, fue frustrante. Al día siguiente regreso y mi doctora amiga, decide mejor sacar el braket que me roza y cambiarme el calibre del alambre. Me encontraba mejor, sin embargo el diente de al lado también chocaba con el braket de abajo pero ya era menos. Prefirió dejarlo así porque al hacer el cambio del alambre los dientes superiores se levantarían y ya no rozarían con los de abajo.
Tengo la boca adolorida, hay una punta del alambre que no está bien cortada, me duele las encías, los dientes, me duele todo, estoy aburrida en que momento he decidido ponerme esta vaina, en que momento, ¡por qué me tiene que pasar esto a mi!, estoy cansada.
Mi amiga lo soluciona hace la corrección del alambre y todo bien. A los pocos días siento un malestar momentáneo en mi boca, me duele, me raspa, meto el dedo otra vez el alambre salido, los brakets de lado de adelante me raspa. No llevo conmigo cera, ya no hay cera. Una vez más pensé por que nací así con esta dentadura, con la mordida profunda. Nuevamente al día siguiente decido ir, hace la corrección del alambre, me da ceras y así estoy.
Con los dientes adoloridos al morder, comiendo poco y un poco mejor que días atrás. Ya quiero que se pase el año para poder de una vez sacarmelos. La verdad es que ya me siento vieja para usar estas cosas.
Comentarios
Publicar un comentario