Pasado dos días, recibo un par de mensajes de Lucas, quería que lo acompañara al banco y posteriormente a almorzar, le confirmé con mucha alegría, me bañe y alisté super rápido. Le di el encuentro, fuimos al banco juntos, luego a almorzar, se le notaba inquieto o tal vez preocupado pero no me importo, y seguimos conversando de la vida, de sus amigos, de los míos, me pareció increíble su sentido del humor y hasta afectivo, lo noté por sus manos dóciles. ¿Cuánto amor podría albergar este hombre?, me pregunte, o es que acaso me estaba adelantando a los hechos, era muy pronto para hablar del amor y con alguien que recién conozco. Sin embargo acariciaba la posibilidad. Al termino del almuerzo, cada quien siguió con su ritmo, por la noche le escribí y esperaba que me responda, pero no lo hizo hasta pasado dos horas, cuando pretendí acostarme, su respuesta fue un saludo pobre, yo queriendo saber como se encontraba le vuelvo a escribir, nuevamente seguía sin responder, al pasar cinco minutos responde, a la ligera. Me entró un sentimiento extraño como lo que él hace conmigo no esta bien, aunque quise pensar debe estar ocupado. Apagué la luz y me acosté.
Ha pasado un mes y tengo pongo contacto con Lucas, aunque siento curiosidad que será de él, tampoco pretendo llamarlo porque no es favorable. A las pocas horas recibo un mensaje de él. Sí era él, y con mucha emoción me pregunta que planes para esta noche, inquieta y desconcertada, le respondo con mucha tranquilidad sin nada que hacer. Lucas me propone ir al cine por la noche. Y así fue como quedamos para reunirnos nuevamente.
Fue a mi casa, me recogió y fuimos al cine, lo vi impecable, un pantalón color azul oscuro, bléiser gris claro, camisa de rayas celestes suave, zapatos negros que caían perfectamente, en lo personal se veía espectacular, me sonrió y esbozando una sonrisa me dice; ¡te ves linda!. Al salir del cine, me invitó al bar, pedimos un par de cervezas, en mi emoción le hablé de mi vida, mientras que él escuchaba e hacia interrogantes, entre risas y alegrías inesperadas, finalmente me dejó en mi casa.
Confirme que sí me gustaba, tenía un buen rasgo varonil. Una vez más decido escribirle preguntando como se encontraba, y una vez más no respondió hasta hace pocos días, que respondió mis mensajes, se le notaba cortante, haciendo mención que sale muy tarde del trabajo.
Algo raro estaba pasando y no sabía que era, o él me hacía creer otra cosa.
Así pasaron dos largos meses, y de pronto me escribió reconsiderándose conmigo, queriendo y no queriendo acepté su propuesta, fuimos a dar unas vueltas y a conversar en su auto. Me dijo que el trabajo es muy delicado por ende necesita quedarse más tiempo, sin embargo le gustaba desde la primera vez que me conoció y nuevamente caí en su red. Nos besamos y no me pareció sincero, lo sentí áspero y crudo o es que en el fondo estaba molesta con él. Cuando creía estar alegre me entró la preocupación de la nada misma. ¿qué será?.
A los pocos días el quedó en visitarme, y nunca se apareció, sólo me envió un mensaje que tenía que hacer un corto viaje. Mi intriga dejó de ser un fantasma y reafirmo que estaba bien en mis cabales, sencillamente algo no estaba bien. Al día siguiente en su desesperación Lucas estuvo enviándome mensajes para que viaje adonde está él. Nunca me había enviado mensajes como ese día, ni mucho menos me había propuesto semejante locura de viajar adonde esté él. ¿qué era lo que se tramaba esté hombre?. saltó una curiosidad de mi mente.
Ese mismo día, por la noche. Casualmente, me envían un mensaje desconocido, añadiendo quien me escribía era la ex de Lucas, que todo este tiempo había estado con él y yo fui la consecuencia para que ambos hayan terminado, y gracias a mi se quitó la venda de los ojos, por ende decidió dejarlo.
Al recibir el mensaje y leer letra por letra, confirmé mis sospechas, el viajó por ella, para buscarla y como no quiso recibirlo, él se vio obligado a llamarme para no sentirse solo. Era eso, todo este tiempo sus mensajes cortantes, las pocas visitas que concertábamos, era porque él estaba disponible, no porque yo se lo pidiera. Todo este tiempo me engaño y ahora que recuerdo nunca me habló de su pasado, mientras que yo le hablé de mi vida entera.
Al saber la verdad, Lucas, me ha estado llamando, nunca ha sido de llamarme y en su desesperación me ha llamado para conversar, solo una vez le contesté, y de pronto me estaba haciendo interrogantes si camino descalza por la casa, o porque no uso las sandalias. Me sentí incomoda y le colgué la llamada. Ahora que me doy cuenta es un tipo extremadamente controlador, ya veo porque todo lo tiene bajo control es porque juega a dos caras.
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